Texto: Manel Torralba
Foto: trackrecord//cc/Flickr
¡Hola amigos!
Esta vez mi opinión va dirigida a la gente que piensa como María Isabel Pérez, pedagoga. Publicó un artículo titulado” Echar leña al fuego” en la revista The Ecologist. En su último párrafo decía <
También dice que en Estados Unidos, el fuego arrasó cuatro millones de hectáreas en el 2006, pero no hace más, que criticar a los demás, entre ellos al propio presidente Bush porque propuso combatir los incendios talando todos los árboles. En ese punto estoy de acuerdo con ella, pues es absurdo decir esas cosas, denota una cierta ignorancia.
Pero yo siempre he dicho que para criticar todo el mundo vale, pero en vez de criticar tanto se debería tener la costumbre de aportar soluciones. Yo propondría que en vez de gastar millones de dólares en armamento, pues que se invierta más en hidroaviones o al menos en condicionar los aviones en desuso tanto militares como de guerra existentes; para ponerles compuertas estancas para combatir los incendios, así como dejar de hacer una silvicultura (cultivo de árboles para uso industrial) acorde con el entorno (autóctonos) y dejarse de monocultivos como los pinos y eucaliptos, estos árboles empobrecen el terreno y fomenta los incendios; que se cierren las serrerías, que se elimine la importación de madera, que se impulse la fabricación de muebles hechos con resina y cáscaras de frutos secos que son tan resistentes como los convencionales (maderón) y que se planten millones de plantas ignífugas que sirven de cortafuegos, sobre todo en los márgenes de las carreteras.
Esta señora describe al planeta como un ente vivo, como si tuviera sentimientos. De ser así, nos hubiera exterminado hace miles de años, pues desde siempre la humanidad se ha dedicado en expoliar todos los recursos naturales sin importarle las consecuencias.
Para mí, la Tierra es simplemente un soporte donde se producen diversos fenómenos metereológicos y químicos que como resultado se ha producido la vida de multitud de seres, además, el bombardeo de meteoritos ha contribuido muchísimo a los cambios producidos que ahora no es momento de explicar.
Son pocas las personas que no saben la destrucción que causa nuestra especie en menor o mayor grado, por desgracia muchas menos de lo que se debería, pero dudo que la gente no se haya dado cuenta que en la actualidad no sabemos convivir en armonía con el entorno. Somos parásitos de este planeta.
La mayoría de la gente no está concienciada del grave error que cometen al mirar para otro lado cuando debería hacer algo por nuestro planeta, ya que el nos ha dado la vida y así se lo agradecemos ¡destruyéndolo!
SOBR
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