jueves, 20 de marzo de 2008

Cuando en sueños, Louis Armstrong me descubrió el “flujo emocional penitenciario”

La esplendida colaboración a continuación fue un especial en la “Revista Recuento 3”, del Punt Òmnia Brians MR5. Recuerdo aún el momento en que Antonio me respondía con dudas a la hora de lograr relatar algo para el pasquín, sólo pasó una noche y llegó al aula emocionado con todo este fantástico y entusiasta relato.

Texto: Antonio M. Bogas Cardeñosa

Anoche “yo tuve un sueño” mientras dormía en mi celda. Habia leído durante el día sobre Martin Luther King y su fuerza espiritual y pacifica contra la injusticia y a favor de la gente “de color”, y, para sentir mejor la fuerza del líder mientras leía, me acoplé los auriculares con el divino jazz de trompeta de Louis Armstrong.

Como me iba conmoviendo su música mientras leía!. Resultaba al mismo tiempo tan dulce y tan triste…

Billie Holliday (Lady Day), la gran cantante solista de jazz, ¿la diosa del jazz!, también “de color”, a pesar de haber pasado por prostíbulos, por las drogas y el alcohol y por la cárcel, decía de Louis Amstrong: “Su música suena tan dulce y tan triste… Suena como si estuviera haciéndome el amor. ¿Así era como yo quería cantar!¡Con esa fuerza y esa dulzura!...”.

Y así cantaba, en realidad, Billie. Su voz era el mejor de los más dulces instrumentos…¿Cómo la trompeta de Louis! Como él, había empezado de la nada. Segregada de la “sociedad hermosa” de los blancos. Fregando suelos. A los diez años, mientras escuchaba jazz, fue víctima de un intento de violación… Nunca aceptó, como las otras prostitutas coristas, a recoger con los genitales los billetes de dólar de la clientela de los tugurios donde actuaba. Por eso; por no caer tan bajo, empezaron a llamarla Lady “señora” despectivamente. Poco después era ya “la reina del jazz”; ya siempre fue Lady Day, hasta que su voz, como la de nuestro inolvidable Camarón, se ahogó sobre sus 40 años, entre sobredosis de heroína.

Yo leía anoche en la cama la vida de Luter King y escuchaba el jazz espiritual y profundo de Armstrong. Las injusticias y muerte que sufrió el primero y la dulzura triste y desgarrada de la música del segundo, junto con el recuerdo de la pobre lady y Camarón cuando cantaban, con el alma puesta en la voz… Todo ello junto fue apretando mi garganta y ablandando mi corazón, mientras las lágrimas rodaban por mis mejillas. Eran lágrimas de emoción; de ternura, de pena… Lágrimas por tantos seres humanos maltratados, segregados u oprimidos: negros, presos, prostitutas…¿Lágrimas por el ser humano: hombres y mujeres!¡Lágrimas tanto por oprimidos como por los opresores! Todos: cada uno con sus virtudes y sus miserias humanas a la vez.

El sueño fue ahogando, poco a poco, mi llanto, en un no sé cuanto tiempo…

De repente, apareció ante mí sonriente y amable la silueta de Armstrong, que se venía acercando, con su trompeta y su pañuelo en la mano izquierda. Se aproximaba a mí, sin perder su sonrisa, hasta que terminó sentándose en el borde de mi litera. ¿Estaba allí!¡Conmigo!¡En la celda! Y sentado en mi cama.

- “¿Hola Antonio! – me saludo- ¿Recuerdas el sueño que había tenido Martin Luther King sobre la libertad y la igualdad de todos los hombres?”.

- “¿Quién no recuerda eso, Louis?¿Olvidar eso sería como olvidar la dulce fantasía de tis toques de trompeta, o tus “ataques” impecables de melodía, que hacían llorar a la gente!”

- “Si supieras Antonio… En 1.965, cuando la marcha de Luther King sobre Alabama fue brutalmente reprimida por la policía, disparando a matar sobre la multitud “de color”, yo estaba allí,,,”

- “¿No jodas Louis! ¿De verás? Y ¿Qué hiciste?, ¿qué sentiste?”.

- “Me limité a exclamar a mis muchachos ‘¡Dios mío. Apalearían a Jesús, si fuera negro y participará en una marcha!’ Y lloré, Antonio. Lloré mucho. Como tú poco antes de yo llegar hasta tu celda en la cárcel”.

- “Ya… Más tarde o más temprano, el preso termina llorando. A veces. Mucho, A veces, con mucha frecuencia”.

- “Sí; pero nunca se debe llorar por tristeza o por dolor, aunque sea legítimo y este justificado, sino por emoción…¿Por alegría!”.

- “¡Ja! ¿Alegría en la cárcel?. ¡no jodas, Louis!”.

- ¡Sí! En la cárcel y en cualquier lugar o circunstancia. En los campos de trabajo alemanes había gente capaz de transmitir alegría y optimismo: Recuerda la película” la vida es bella”, en la que un padre va haciendo que su hijito de unos cinco años vaya sintiendo el campo de concentración como un lugar alegre y placentero, a base de transformarle hábilmente la realidad con mil trucos y fantasías que hacían reir al niño en medio de tanta miseria, carencias y opresión. Y, quien dice que en los “ghetos” negros de Nueva Orleáns dónde yo me crié. Éramos felices, a pesar de tanta humillación, segregación e injusticia”.

- “Pero eso… Eso ¡¿Cómo coño puede ser?!

- ¡Es muy fácil! Te explico: Mira, cuando yo era todavía un niño, ya había aprendido a tocar la trompeta en un hogar para niños huérfanos y vagabundos de mi barrio. Y, ¿sabes?, la trompeta la había encontrado poco antes tirada en la basura, y, cuando soplé y sonó, me gustó tanto su sonido… Como no había tenido ningún otro juguete ni ninguna cosa por hacer, fui tocando; tocando… ¡Al final, mis dedos comenzaron a actuar solos; automáticamente! Y mi alma, mi corazón, mis alegrías y tristezas afloraban en la melodía que yo arrancaba de mi trompeta… ¿Mi trompeta, sí!

Recuerdo todavía emocionado la sorpresa que recibí cuando, al ser recluido en un Centro de Rehabilitación Social de Menores por haber celebrado el Año Nuevo con disparos de pistola por las calles, me pidieron que tocara… Yo toqué. Toqué y toqué y toqué. Unas veces dulce; otras triste; otras con indescriptible alegría o con infinita tristeza… Lo mismo expresaba pena que humor. Porque cuando entras en “estado de flujo”, tus sentimientos, ¡Tu alma!, salen por lo que estés haciendo, ya sea cantar, trabajar, pintar, barrer o… ¡O cualquier cosa que estés haciendo!”.

- Pero Louis, ¿Qué es eso del “estado de flujo”?¡No entiendo nada!. ¿Cómo se puede tener alegría en Auschwitz?”.

- “Mira, es muy simple. Es lo más simple del mundo; pero a la vez lo más hermoso de esta vida. Sólo cuando entras en un estado de flujo emocional puedes realmente ser feliz. ¡Tus emociones “fluyen” al exterior expresando alegremente todo cuanto estés haciendo! Fluyen por tus manos; por tus ojos; por la expresión de tu rostro; por tu sonrisa; por tu piel… ¡por tus poros! Estando en flujo, lo que sientes, tus emociones, salen al exterior. Estás trabajando, pero estás desahogándote a la vez. En tu interior no existe entonces el más mínimo “grumo” de tristeza o dolor. Sencillamente, estás haciendo lo que más te gusta y ¡Con el mínimo esfuerzo! Esa suma es dinamita; lo que más te gusta, pero sin que te conlleve ningún esfuerzo ni molestia, sino placer y bienestar. ¿Entiendes? El nivel de perfección y satisfacción al que llegas puede ser… ¡Celestial!”

- “¡Leche! La verdad es que… sí. ¡Puede ser! Pero debe ser tan difícil llegar a eso; entrar en ese estado de flujo emocional que tú dices…”

- “¡Qué va! Es lo más sencillo del mundo. Sólo tienes que proponértelo y planificarlo. Una vez planificado, ya puedes entrar en acción.”

- “¿Pero planificar qué? ¡No entiendo nada! Perdona.

- “Verás, para entrar en flujo sólo necesitas ¡dos cosas!:

*Elegir, entre las cosas que te gusten y te estén permitidas, hacer aquellos que más te guste, domines y “se te dé”: En lo que mejor te sientas.

*Una vez elegida la actividad que quieres realizar, has de ajustar el nivel de dificultad en el que te puedas sentir mejor. Si te lo pones muy fácil, te aburrirás. Si te “pones el listón” muy alto te agobiarás y estresarás. Tienes que poner tu actividad favorita en el nivel de dificultad de ejecución en el que más cómodo te sientas.

Lógicamente, en poco tiempo, haciendo lo que más te gusta y dominas, y con el mínimo esfuerzo posible, irás adquiriendo cada vez más habilidad y maestría. Cada vez más perfección; y esos resultados cada vez mejores te harán irte sintiendo, no sólo cómodo, sino también cada vez más contento. Así, ya vas entrando en estado de flujo. Cada vez más y más… ¡Hasta llegar a lo sublime!

Cuando has llegado a lo sublime, ya estás totalmente en flujo; ya eres “el rey” de esa actividad, por humilde y sencilla que sea: cocinar; limpiar; pintar; dibujar; cantar, … Y cuando eres “el rey” ¡Eres feliz! Eres feliz, y te sientes libre . Te sientes libre y feliz!. Eres feliz y te sientes libre. Te sientes libre y feliz aunque estés en la peor de las situaciones en que puedas estar: la segregación; la prostitución; la opresión; la injusticia; ¡la cárcel!...”

- “¡Pero eso es una utopía, Louis! Tu dices eso porque pudiste llegar; pero eso no está al alcance de cualquier humano. No, Louis, … ¡Feliz en la cárcel!¡Y una leche!”

- “¡Ah! No hay peor sordo que el que no quiere oír. El estado de flujo emocional está al alcance de todo el mundo. ¡De todos!¡de cualquiera!

La utopía sólo es para los acomodados, que ni quieren ni tienen que esforzarse. La utopía solo se convierte en realidad cuando un pobre desgraciado, forzado por difíciles circunstancias extremas, entra en flujo, llega a los sublime, ¿y consigue lo imposible! Si consigue lo imposible, la utopía ya no es utopía: La utopía se hace realidad.”

¡Acuérdate de Ghandi!: Físicamente ni media bofetada. Pero espiritualmente, emocionalmente, la fuerza del corazón llegó a ser tan grande que fue capaz de hacer entrar en “flujo emocional colectivo” a millones de personas en la India. Un “estado de flujo colectivo” que les llevó a conquistar su libertad y sus derechos civiles, con alegre pacifismo, frente a Inglaterra, el mayor imperio militar del momento… ¿Utopía, Antonio?¡Y una leche!”

“La fuerza del espíritu; la fuerza del corazón, cuando se desboca con gusto y con el esfuerzo mínimo frente a la opresión, la injusticia y las carencias materiales y se van consiguiendo poco a poco mayores niveles de libertad y perfección, llega a convertirse en la fuerza más poderosa y hermosa del ser humano. ¡¿Entiendes ahora?!¿vas viendo algo?”

- “Sí; si. Pero, al mismo tiempo, cada vez me lo complicas más ¿qué es ahora eso del “flujo emocional colectivo?”

- “Verás, ya te he explicado como `puede entrar cualquier persona en flujo emocional; pero, ¿qué ocurre si, trabajando en equipo y simultáneamente, varias o muchas personas entran también cada una en flujo? Cada uno se estará sintiendo feliz y cómodo con lo que hace, puesto que está en flujo personal, interior e individual, Pero, si cada una de esas personas, mirándose y trasmitiéndose unas a otras, comienzan a sintonizarse y a acoplar sus ritmos de trabajo o actividad, y ¡Comienzan a hacer un pequeño esfuerzo para lograr que esa sintonía de tareas vaya resultando cada vez más armónica!¡¿No comprendes que también puede llegar colectivamente a lo sublime?... ¡Ese es el “estado de flujo emocional colectivo”! Eso es lo que yo hacia todos los días con mi grupo de jazz: el saxo, el trombonista, el baterista, el pianista, los coristas y mi trompeta… ¡Entrábamos en flujo emocional colectivo y se llegaba a lo sublime! Ahí comenzaban las lágrimas de emociones, tanto de los que ejecutábamos e improvisábamos, como los que escuchaban, que terminaban de pie, llorando y aplaudiéndonos. ¡Llorábamos todos! Nos emocionábamos todos. ¡Negros y blancos; músicos y público!

Porque, ¿sabes? El estado de flujo es contagioso. Lo vive primero el que lo siente, lo ejecuta y lo vive. Pero, enseguida, la emoción y energía que transmite se contagia al que escucha y percibe esa perfección. Es… ¡Es un milagro!¡Es un milagro que iguala, une, armoniza y hermana a todos! Al principio, los blancos venían a oír nuestra música y luego cuando salían de nuestros tugurios, se iban emocionados, contentos y comentando lo que habían sentido durante nuestras actuaciones. Luego, cuando llegaban a sus hogares o a sus lugares de trabajo, comentaban esos sentimientos sublimes que habían sentido y… ¡Y, a su vez, contagiaban a sus familias, amigos y compañeros de trabajo!¡Así es como pasó de ser algo de pobres negros oprimidos a ser patrimonio de todos: patrimonio de la Humanidad!”.

- “Uy, uy, uy, Louis, que te veo venir. ¿Estás insinuándome el intentar un flujo emocional colectivo en la prisión?:¡¿Un flujo emocional penitenciario?!

- “¡Pues claro Antonio! Y ¡Crees acaso que eso sería difícil?”

- “Difícil no, Lauis. ¡Imposible! Todos delincuentes; muchos medio “tarados” incluyéndome yo… Luego… luego están ¡los funcionarios; el personal directivo y de tratamiento!, ¡La disciplina; el orden! No, no, no, Louis. Esa utopía ya es demasiado. ¡demasiado milagro, Tío!”

- Ni milagro, ni leches, Antonio. ¡No entiendes nada!¿no te he dicho antes que el estado de flujo es contagioso? Tan sólo tendrías que tener en cuenta una sola cosa más: el respeto. Respeto a tres niveles:

*Respeto institucional: Con respeto a funcionarios y personal de la prisión, tal como os obliga vuestro Reglamento Penitenciario y las más elementales normas de educación.

*Respeto humano entre vosotros mismos: Lo cual es muy fácil si todos estáis en flujo y contentos. Así es muy fácil que reine la armonía e incluso el que esté mal, como el flujo emocional es contagioso, al final se iría sintiendo bien. ¿Se llegaría a lo que dice el famoso rock que tanto me gustaba: ‘Todo el mundo en la prisión se pusieron a bailar el rock’!

*Respeto interior con uno mismo; Autorrespeto. ¿Para qué drogarse, para terminar como Lady Day o Camarón?¿Para que sentir odio hacia ninguna otra persona, para estar mal y no ser faliz uno mismo?...

No, Antonio. Nada de milagro. Sería la vida misma, sólo que tomada por su lado más positivo y sublime, en vez de sus aspectos más bajos y mezquinos.

Y algo más: Como el flujo emocional colectivo es contagioso, contagiaríais también al funcionario y personal del Centro Penitenciario. ¡¿Quién sabe si incluso entre ellos empezarían a sentirse también en flujo al todo ir tan bien; incluso en estado de flujo emocional colectivo ellos también?! ¡Todo el centro en armonía! ¿Te imaginas? ¡Uau! ¡Eso si que sería un milagro; eso sería sublime y como siempre , contagioso: Lo contagiarían a sus familias y conocidos al llegar a sus casas. La cosa trascendería… Vendrían quizá periodistas y observadores sobre DDHH en las prisiones ¿Qué también se contagiarían! ¡Sería una revolución, Antonio! Acabaríais revolucionado todo el sistema penitenciario. Pero lo más importante , habríais logrado que la prisión no sea tan prisión; que la dura vida del preso no sea tan dura; y que, igualmente, el a veces aburrido y agobiante trabajo del funcionario no sea ni tan aburrido, no tan agobiante. ¿Inténtalo, Antonio!¿no crees que merece la pena?”.

- “Louis, ¿estoy llorando! Ahora, contigo aquí, también lloro; como antes con la melodía de tu trompeta. ¡Voy a intentarlo, Louis! Te lo prometo, voy a intentarlo. Pero tú no eres Louis Armstrong, “cabronazo”. Eres Louis Armstrong que me ha venido a visitar de la mano de Dios. Dios esta aquí con nosotros. Eres divino; pero me he dado cuenta que no vienes solo”.

- “¡Bravo! Efectivamente, no vengo solo, Dios esta aquí con nosotros; pero no olvides algo: Yo formo ya parte de Dios, porque tras mi muerte solo queda mi espíritu en unidad con Dios. En cambio tú. ¡Es Dios quien forma parte de ti como ser humano; porque Dios forma parte de todo lo que existe; de las flores del campo, de las aves del cielo. ¿Cómo no va formar parte también de los humanos? Y si lleváis todos a Dios dentro; en lo más intimo de vosotros mismos ¿Qué tendría de especial o de milagro el conseguir, entre todos, el flujo emocional colectivo penitenciario que te acabo de insinuar?¡Venga hombre! ¡Improvisa! ¡Échale “magín” y eso que tu sabes! Si Dios está con todos y cada uno de vosotros, Que puede resultar tan difícil, ni imposible? ¿Utopías? ¡Una leche, Antonio!

No olvides a Galileo que hizo intervenir a su espíritu con toda su fuerza entre humanos. Hubo de hacerlo hace más de 500 años ¡Y todavía se le recuerda!

No olvides todo esto Antonio ¡Que tengas mañana un buen día! Dame un abrazo.. ¡Así! ¿Adiós, pequeño amigo! Y recuerda: de utopías… ¡Una leche!

Cuando he despertado esta mañana, ya no era yo; ya no era el mismo. Hay algo en mi que quiere salir fuera por todas partes: ¿Amor?¿alegría?¿ilusiones?¿proyectos?... ¡Qué sé yo! Por lo pronto voy a seguir los consejos de Armstrong: Voy a planificarme; a hacer algo que me guste y a ajustar el nivel de dificultad que mejor me venga… ¡Voy a intentar ser feliz!¿Me acompañas, compañero que me estas leyendo?¿Lo intentamos todos a una?¡Vamos a echarle “tripas” y que sea lo que Dios quiera

2 comentarios:

  1. JA fa dies que m'escapo de la meva rutina quotidiana, dels meus problemes, de les meves il.lusions no satisfetes, de les melanconies,la tristesa que em sorprèn en solitud... com a tots vosaltres amics reclosos!!! i em refugio en les vostres pàgines, les lletres,... comparteixo en silenci totes les vostres emocions, calladament potser perquè com tu, que tens tantes coses a dir i encara no t'has atrevit a donar el pas de la comunicació en massa, em sembla que no ho faig prou bé, que necessito arguments per semblar un relat creible!! Quina estupidesa!!! Quan es tracta del cor... la raó hi juga un paper secundari en el relat.. Per això avui, llegint i rellegint el teu text, Antonio, també he plorat i m'ha donat la força necessària per deixar de banda els prejudicis que ens encadenen, siguem "habitants lliures" o "habitants penitenciaris"!!! Els sentiments de llibertat, de felicitat, de somnis, de lluita per una causa justa, están en el sí de les persones, sigui quina sigui la seva condició social,la raça, .. Tots som humans, i com a tals, tenim les mateixes necessitats d'afecte, de consol, d'expressió, de comprensió, de llibertat en el sentit més ampli del mot... això ens unifica!! Veus? tu des de la cel.la, i jo des de casa, podem sentir -nos a prop. Això, a l'època de Martin Luter King, o de GAndhi o d'Amstrong era impensable, una utopia!!!! Avui, podem compartir emocions , somriures i llàgrimes. Te n'adones? La utopia s'ha fet realitat, i això és magnífic!!!!. No estem tan lluny.Es tracta de deixar-nos anar i senzillament compartir. Aquest és el primer pas per trencar reixes, escursar distàncies, i fer possible que aquest món en que esteu reclosos sigui més suportable, més humà, .. i el món "lliure" que anheleu, sigui més just i més sincer. Si les persones expresseésim realment sense pors, els nostres sentiments, si fóssim capaços de riure i plorar junts, si actuessim tal com som i ens acceptéssim així i imperés el respecte profund entre nosaltres, llavors... arribaríem al fluxe col.lectiu que et deia el màgic trompetista. Quan això s'aconsegueix..., tots plegats sentim que la llibertat és aquí.Quan compartim el més íntim de nosaltres, quan flueixen a l'exterior el plor, el somriure, la tristesa i l'alegria, llavors... la vida i la positivitat impera i guanya terreny al plany i, com si es tractés d'una flor que despunta a la primavera,una escletxa de llum esquerda la foscor.L'esperança obre la porta i ens saluda . T'asseguro que aquesta nit, en la solitud i el silenci de casa,...he plorat.M'ha invaït amb força, el record dels rostres reclosos i de persones que han fet possible aquest miratge de la comunicació dedicant-hi coratge i esforç ...persones plenes de vida, persones que lluiten pels somnis, persones que de ben segur han tatuat el seu pas en la meva vida. Gràcies a tots ells i especialment a tu, Antonio, per fer-nos partíceps dels sentiments més sublims.
    Una forta abraçada.
    Imma

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  2. Imma, ante nada gracias por el comentario, sin duda enriquece este espacio para la creatividad y expresión, comparto esa misma visión pero jamás, la podría expresar con tanta belleza.
    Las palabras de Antonio, provocan y emocionan, no pasan desapercibidas. El anhelo de un mundo de personas, de humanismo y sobre todo de emociones, en las que seamos capaces de sentir empatía. Un mundo en que inexcusablemente todos somos uno, no obstante, estamos algo hipnotizados, algo prejuiciosos, belicosos, consumistas, paranoicos.
    Si cambiaran pequeños detalles en el universo de cada uno, si la vida por el sólo hecho de serla provocaría felicidad, si cada uno entiende sus actos como una predicción de inevitables efectos, o preguntarse más a menudo ¿Qué siente el o ella, ellos o ellas con mis acciones?
    Un cuestionamiento tan urgente dentro o fuera.
    Gracias Antonio e Imma por la emoción.
    Álvaro

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