miércoles, 1 de octubre de 2008

LA MUSICA Y EL HOMBRE.

Texto: Daniel Martínez E.

La música desde que el hombre se introduce en una cueva y empieza a comunicarse con los demás de su grupo y observa, que con dos piedras obtiene un ruido y según la intensidad produce un sonido diferente, en ese momento nace la música. Evidentemente en esa época no conocían a las musas, no conocían a Euterpe: la flauta, la lírica. No sabían quiénes eran. Esa cueva que les protegía hacia de caja de resonancia, sin saberlo también nacía el primer odeón, el primer palacio de la música, nacían también los tonos musicales al compás del desarrollo del cerebro humano y de esa máquina prodigiosa que es la mano con sus veinticinco movimientos sincronizados.
¿Qué hago con este trozo de piel de mamut seca? Le pregunta un neandertal a otro mientras la golpea lentamente produciendo otro sonido acompasado sin saberlo nace la primera cuerda de los futuros y múltiples instrumentos que de ella se deriva y como no el primer tambor la primera percusión el fuego se apaga en el interior de la cueva pero esos sonidos acompañarían a esos hombres hasta que el hombre construye en una isla del mar Egeo la primera lira que el dios Apolo a inspirado a Euterpe.
Recuerdo la imagen de los primeros homínidos o sus ancestros en una película que expone la evolución, la música de Strauss como se puede intuir la famosa “2001 odisea del espacio” de Stanley Kubrick por tanto este director como modestamente creo, opinaba como yo el hombre ha estado siempre vinculado a la música al sonido.
De ese modo tras cientos, miles, millones de años, tras concluir las glaciaciones, el paleolítico y el mesolítico, nos introducimos de pleno neolítico el hombre se hace sedentario, deja el nomadismo, tiene asegurada la alimentación (cultiva y cría ganado) nace la cultura del ocio. Nace la cultura en la zona del mediterráneo oriental y desde allí se expandirá por el Mare Nostrum.
No será hasta la Grecia continental cuando se crean los primeros edificios para escuchar conjuntamente varios cientos o miles de personas. Las primeras obras teatrales que son acompañadas de sencillos instrumentos (la lira, la flauta) en los anfiteatros y en los odeones se manifiestan estos primeros sonidos, compases, melodías sometidos a unas ciertas pautas a unos ciertos cánones, a una cierta métrica, por ese mismo mar no solo se expande el alfabeto sino que también esa música elemental, que siglos más tarde se mezclara con la procedente de Asia menor y el norte de África.
No obstante esta inicial aparición de los primeros instrumentos musicales la edad media en especial en su etapa inicial o Alta Edad Media no favoreció el desarrollo de la música, las hambrunas, la peste negra, las guerras de costumbre, la disminución de la población, paraliza este desarrollo.
Una figura esencial de la época nueva en la que el ser humano ocupa el protagonismo absoluto donde el hombre, es el centro del universo, el protagonista absoluto muestra de ello es la figura del trovador para amenizar las fiestas, los banquetes, las recepciones que en Florencia, Pisa, Viena, París, Londres esas cortes humanistas que aman por encima de todo el arte, la música y que compiten entre ellas para tener a los mejores músicos, y a los mejores artesanos, a los mejores instrumentistas ya que de ahí nacen la diversidad de instrumentos que han de llegar hasta nuestros días la evolución, hacia el piano, el violín, los instrumentos de viento la percusión y el instrumento por excelencia simple pero que facilita el acceso del hombre a la música, la GUITARRA ¿Existe instrumento más difundido? ¿Existe otro instrumento que permite al exponer al hombre sus sentimientos de modo tan eficaz? ¿Cuál otro ayudado tanto a la música? La guitarra sigue vigente.
Un buen día el hombre arranca tras el fin del renacimiento la música de las iglesias donde se había refugido, basta recordar la procedencia religiosa de J.S.BACH. Su órgano ha dado paso a otro instrumento clave el PIANO (Beethoven, Mozart, Hadyn, Strauss, Chopin, Liszt, Borodin, Tchaikovsky) genios que arrancan diferentes instrumentos para crear sus sinfonías, nacen las orquestas sinfónicas que mezclan pronto con libreto hasta que Monteverde da luz a la primera ópera. Palabra y música se unen de nuevo.
Los conciertos en lugares públicos (teatros) se multiplican por toda Europa y en los recién nacidos EEUU, las filarmónicas y las sinfónicas se multiplican, por doquier pero aun está por llegar la mayor innovación que nos permitirá dejar en conserva la música como si se tratara de un libro que podemos coger y disfrutar cuando nos apetezca. Thomas Alba Edison inventa junto con la bombilla el gramófono aun suenan las palabras de aquella 1ª grabación “Mari tenía un corderito” siguiendo en esta línea en los felices años 20 del siglo pasado la química el vinilo permite a aquel cantante de color Al Jonson grabar, el cantante de jazz. A partir de aquí la tecnología, las innovaciones no abandonaran ya a la música, la música de lo barroco, de lo sinfónico pasa a denominarse música ligera y acompañaría al hombre en sus fiestas, tradiciones, penas, alegrías, en el amor se concierta en un arte que su anido al mismo constantemente en el automóvil, en el ordenador, en la tv. Que nos ocurriría si como Beethoven nos quedáramos sordos o volviéramos al cine mudo, es difícil imaginar, si no pudiéramos ir a Liverpool a oír a los Beatles, recordar nuestro primer baile.

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