A LA FUERZA

Texto: Auriga Foto: Austrini (cc) flickr

Toda la sociedad está "a la fuerza", ya que todos deben trabajar "a la fuerza", para poder obtener dinero para vivir. Toda la sociedad ha de cumplir unos requisitos burocráticos "a la fuerza" para poder estar dentro de la legalidad, así hay personas que se llaman "sin papeles". Hemos de cumplir todas las normativas que existen, o mejor dicho que nos atañen en cualquier momento de nuestra vida, ya que si no incurriríamos en una falta, infracción o delito y en ese momento el gobierno actuaria en consecuencia y "a la fuerza" nos rectificaría.

Tenemos que pagar la hipoteca o el alquiler del inmueble donde vivimos, tenemos que pagar la comida que compramos, para poder alimentarnos y para hacer frente a nuestros pagos. Tenemos que "a la fuerza" trabajar, para obtener el preciado dinero que nos permita vivir, con una mayor o menor calidad de vida.

Pero la fuerza no está siempre sobrevolando sobre nosotros, sino que tenemos momentos, ratos, espacios en que ni siquiera pensamos en la fuerza y nos sentimos libres de pensamiento y de acción fuera de las cosas prohibidas.

Nuestra vida está dentro de unos carriles de libertad por los que debemos circular sin salirnos, ya que si nos salimos de esos carriles de libertad "a la fuerza" nos rectificarían. O sea que si prendemos los carriles por donde podemos circular siendo "libres", obtenemos una "libertad" plena. Estos carriles de circulación están impuestos por todos nosotros en conjunto, ya que entre todos hemos hecho todas las leyes y normativas (yo no he hecho ninguna) para que la convivencia entre todos, sea lo mejor posible y de esta manera poder tener una convivencia en paz.

O sea que independientemente del sitio que te encuentres, siempre hay unos carriles o circuitos donde te puedes sentir libre y no infringir ninguna norma, lo correcto es aprenderte ese circuito de libertad para utilizarlo y ser "libre", lo que dicho de otro modo, estés donde estés, tienes que saber la normativa o las leyes, e intentar, dentro de lo posible, no infringirlas, entonces eres "libre".

Dentro de este sistema de libertades, hay un problema, los inconformistas, que son personas que no aceptan que les digan cuales son los carriles por donde hay que ir y por sistema se salen de ellos voluntariamente, a ver que pasa, con lo que consiguen atajos entre los caminos antes mencionados de las libertades, estas personas no aceptan el circuito o los carriles de libertades, por lo que la sociedad los aparta de los mismos y los encierra en instituciones llamadas cárceles, donde aún pierden más, ya que el circuito de libertades es más restringido en las cárceles.

Incluso hay personas que suelen encontrar atajos inexplorados en el circuito de libertades, que no están legislados y nunca entran en las cárceles, pero con esto se consigue que se amplíe la legislación a esos atajos inexplorados, que después quedan más o menos bien legislados. Así la legislación es cada vez

más perfecta y va llegando a sitios que nunca antes habíamos imaginado.